Antes de empezar con el Unboxing del nuevo MacBook Pro 2016 déjame contarte un poco mi historia.
En el año 2008 compré mi primer iPhone.
Y comencé a experimentar con aquellas cositas llamadas Apps.
Por aquel entonces había cuatro Apps, por lo que sí, era el nacimiento de una industria que hoy en día genera más ingresos que Hollywood.
Casi un año más tarde de adquirir el iPhone, unas preguntas comenzaron a surgir en mi cabeza: ¿Cómo se harán estas pequeñas cosas? ¿Cómo puedo crear una aplicación?
Y comencé a investigar, lo primero que tuve claro es que se usaba una herramienta llamada Xcode, y que necesitaba un Mac para poder crear aplicaciones.
Mi primer MacBook Pro
Diciembre del año 2009, estaba decidido a comprar mi primer ordenador Mac.
La gama de Apple no era muy diferente a lo que tenemos hoy en día: iMac para sobremesa y MacBook para portátil.
Decidí adquirir un MacBook Pro, y por presupuesto me tuve que conformar con el básico de 13″.
Lo compré en la Fnac del Plaza Norte de San Sebastian de los Reyes, una fría tarde-noche de diciembre.
Y comencé a aprender a crear Apps, y a subirlas al App Store, y a generar ingresos con su venta, muchos ingresos.
Por aquel entonces se vendía todo, apenas había aplicaciones, y cada idea que tenía la transformaba en aplicación que me reportaba cuantiosos ingresos.
Y así, poco a poco con mi MacBook Pro llegué a tener más de 50 aplicaciones en el App Store.
La renovación de 2012
En el año 2012 Apple renovó su gama portátil estrella.
Presentó nuevos modelos de MacBook Pro.
Apple tuvo un nuevo gesto de valentía, de coraje como les gusta decir a ellos.
El nuevo MacBook Pro dejaba atrás el lector de DVD.
¿Quien usa DVD´s? Pensaron, y fue el comienzo de la desaparición de unidades ópticas en gran parte de los modelos de ordenadores portátiles que vendrían.
Además el MacBook Pro se asemejaría a su «hermano menor» el MacBook Air, consiguiendo una disminución de sus medidas de forma espectacular.
Mi etapa de desarrollar Apps había pasado a un segundo plano, pues mi interés se centraba fundamentalmente en la divulgación y formación del desarrollo de aplicaciones, por lo que el uso principal que hice de este Macbook fue la formación y creación de cursos online.
Yo había publicado aplicaciones y había sido Nº1 en muchísimos países, había generado ingresos que nunca me hubiera imaginado conseguir vendiendo software, y pensé que todo lo que había aprendido, todo lo que sabía, debía contárselo a más personas.
Debía trasmitir todo mi conocimiento a todo el que quisiera aprender.
Aunque empecé a impartir formación en el año 2011, fue en el 2012 dónde realmente hice de la formación mi principal actividad.
El nuevo MacBook Pro de 2012 lo use para impartir formación y sobre todo para editar video de mis cursos online.
Tengo que decir que el Pro del 2012 va estupendamente, al tratarse de un procesador Intel i7 todavía me permite trabajar a buen ritmo.
La nueva bestia de 2016
En la actualidad estaba usando dos MacBook Pro para desarrollar e impartir formación.
Un MacBook Pro con procesador Intel i5 de 13″ del año 2015, que me proporciona mi empresa, y el citado MacBook Pro de 15″ del año 2012.
Los motivos para renovar han sido la nueva Touch Bar, pero sobre todo ganar en potencia, pues aunque el Pro del 2012 con su i7 todavía rinde muy bien, estoy convencido que seré más productivo con el nuevo MacBook Pro si puedo renderizar y exportar videos en menos tiempo.
Mi nuevo MacBook Pro lleva un procesador Intel i7 de cuatro núcleos, y dispone de 512gb de disco SSD, como pantalla he elegido 15″.
El tamaño de la pantalla
¿Son las 15 pulgadas el tamaño ideal para un portátil?
Bajo mi punto de vista no está tan claro.
Creo que se trabaja mejor en una pantalla de 15″ que en 13″.
Dicho esto es mejor llevar de un lado para otro un equipo de 13 pulgadas que uno más grande.
Así que podría decir que si vas a conectar tu MacBook a un monitor externo con asiduidad, mejor compra el de 13″.
Si por el contrario vas a trabajar únicamente con el equipo portátil, entonces la mejor opción son las 15 pulgadas.
Aunque lo más importante es, si Apple hubiera dado la posibilidad de montar procesadores de cuatro núcleos en los MacBook de pantalla menor, quizá me hubiese decantado por el modelo de 13 pulgadas, pero esta opción no está disponible.
13 pulgadas son más llevaderas, y para desarrollar u otras cosas siempre se puede conectar un monitor externo.
Sin embargo la decisión de tener más potencia en detrimento de portabilidad, me llevaron a adquirir el modelo de pantalla más grande.
Hay que decir que este nuevo MacBook es más pequeño que el anterior de 2012, el marco de la pantalla es más fino, y las teclas al estar mas juntas, también han ayudado a reducir sus dimensiones.
Todo esto, y el uso que le he dado hasta ahora, me hacen pensar que no me he equivocado al seleccionar el modelo de pantalla más grande.
Teclado, trackpad, y pantalla
El teclado es una autentica maravilla.
Es una gozada escribir en el.
De verdad, pero creo que no exagero si te digo que el teclado es lo que más me ha sorprendido, y por lo que me ha merecido más la pena la renovación.
Me parece que es un poco más ruidoso que el teclado de modelos anteriores, pero cuesta mucho menos teclear al tener las teclas un recorrido más corto.
Sí, definitivamente el cambio merece la pena sólo por el nuevo teclado.
El trackpad Force Touch también ha cambiado, ahora es enorme.
Hay algo que todavia no me he acostumbrado y no sé si lo haré.
Y es que al ser tan grande este nuevo trackpad, parte de mis manos reposan sobre el, y da la sensación de hacer clic en cualquier momento sin querer.
Apple ha resuelto esto de una forma muy inteligente, y es que la parte superior del mismo no es tan sensible como la parte inferior, quiero decir que ellos han tenido en cuenta esta característica y en ningún caso me ha pasado de hacer clic o realizar algún desplazamiento de forma involuntaria.
La pantalla según dicen es de mucha más calidad, y con más brillo, pero sinceramente, tampoco me ha llamado la atención en exceso, puede ser porque ya veníamos de una pantalla retina espectacular.
Touch Bar
Sin duda la tecnología estrella de este nuevo MacBook Pro es la nueva barra táctil denominada Touch Bar.
Cuesta acostumbrarse, pero te acostumbras.
Cada vez la uso más, y me recuerda mucho a la tecnología del 3D Touch en los iPhone y Apple Watch.
Si hablas con cualquiera que no haya usado la tecnología del 3D Touch, se puede reír de ti cuando explicas sus bondades.
Pero la verdad es que cuando te acostumbras a usarla se convierte en imprescindible.
Con la Touch Bar sucede lo mismo, ahora me sorprendo corrigiendo la ortografía de mis palabras usándola.
Cambiar de pestaña en Safari es una pasada.
Aunque es cierto que se puede vivir sin ella perfectamente, si te acostumbras a usarla y la usas, se transforma en una tecnología imprescindible.
Usando Xcode
Si he notado más rapidez a la hora de acceder a proyectos grandes, donde los Storyboards son monstruosos.
En el MacBook Pro del 2012 podía estar perfectamente del orden de 10 a 20 segundos esperando a que se cargaran Storyboards muy pesados, con muchos controladores.
En este nuevo Pro, eso se ha reducido a apenas 2 o 3 segundos.
Además a la hora de construir el proyecto el tiempo dedicado se ha reducido muchísimo.
De todos modos, salvo para gestionar Storyboard monstruosos, el desarrollo no exige grandes capacidades de hardware, lógicamente hablo dentro de un contexto normal.
Editando video
Si he notado mucha mejoría con la edición de videos.
Yo uso ScreenFlow para grabar todos mis video-tutoriales en los que hago screencast, o lo que es lo mismo, cuando grabo lo que hago en mi Mac, que suelen ser los ejemplos prácticos.
Te diría que he reducido el tiempo a la mitad, tanto en la edición, como en la exportación de video.
Puertos
Todavía no me he pegado con los puertos.
Quiero decir que no he intentado cargar mi iPhone, cosa que no podría hacer en este momento.
Tampoco he intentado conectar ningún disco duro externo, o conectar este nuevo MacBook Pro a mi iMac de 27″.
Supongo que a medida que vaya usando el equipo, estas necesidades me harán tener algún que otro inconveniente, y tendré que adquirir algunos adaptadores.
Sin embargo en el día a dia, no creo que me suponga ningún drama el hecho de conectar un par de adaptadores para conectar dispositivos al nuevo MacBook Pro.
Como siempre que Apple hace algún cambio radical, como puede ser este de eliminar todos los puertos y dejar únicamente puertos USB-C 3, siempre trae cola, y los haters vienen en manada a intentar intoxicar.
En resumen
Si me preguntas si merece la pena comprar el nuevo MacBook Pro si tienes un Pro de generación anterior, la respuesta es un rotundo sí.
Incluso te diría, que si tu presupuesto no te lo permite, pasa de la Touch Bar, ya podrás usar esta tecnología en versiones posteriores, dónde ya se haya estandarizado más esta tecnología y no resulte tan cara.
Pero el nuevo teclado, el nuevo trackpad con Force Touch, y las nuevas dimensiones del equipo hacen que merezca la pena el cambio.
Dos de las cosas que menos me han gustado, es que la manzana ya no es retro iluminada, además ya no disponemos de la tecnología magsafe, esta que hacía que el cable de carga estuviera unido al equipo por medio de un imán, y si tropezabas con el cable, este se desconectaba del MacBook sin problema.
Ahora el cable de carga está unido fuertemente al equipo, así que procura no tropezar con el cable, o tu nuevo MacBook Pro se pegará un buen «porrazo» contra el suelo 🙁
Nada más, os dejo con el video del Unboxing, y si tienes alguna duda déjame un comentario más abajo 😉
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